Continúan las aventuras de mis chicos más geniales. Shin sigue creciendo, y ahora entrena nada menos que con el comandante Ouki. Su misión es dura: restaurar la paz en una tierra sin ley, un lugar olvidado donde solo reina la violencia. Pero Shin avanza, decidido y entusiasta como siempre. Mientras tanto, el ejército de Zhao comienza a moverse. Quieren venganza y son liderados por el temible comandante Fuki. La amenaza crece, y Ouki es llamado para ser comandante en jefe en lo que parece ser una guerra brutal.
Por otro lado está nuestro príncipe Eisei, quien se sincera y cuenta su historia. Un pasado marcado por el dolor, el hambre y la humillación. Fue llevado a Qin por Shika, junto a otras dos personas. Un viaje duro y desgarrador. Pero ahí, al borde de la muerte, Eisei prometió convertirse en el mejor rey. Y todo lo que hace ahora tiene ese propósito (me quema y me lastima su historia, pero alabado Eisei, el mejor).
Shin, ya comandante de 100 hombres, lidera su tropa bajo las órdenes de Ouki. ¡Y vuelve Kyoukai! Juntos gobiernan la región de Bayo, aunque la paz no dura mucho porque... Estalla la guerra. La recién formada "Unidad Hishin" (de Shin) recibe una misión suicida: acabar con el comandante Fuki. Lo dan todo, y aunque es durísimo, ¡lo logran! Shin lo derrota, demostrando que su fuerza y convicción no paran de crecer.
Pero justo cuando todo parece terminar, aparece Hoken, un guerrero salvaje que alguna vez se enfrentó a Ouki… y venció a Kyo, dejando una herida difícil de curar, es un malvado sip. Su llegada es un desastre: ataca el campamento de Shin y masacra a muchos. Él viene por venganza. Y busca a Ouki. (EMOCIÓN POR LO QUE SE VIENE!)
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