"Es cruel esta vida después de todo", frase que me marcó y con la que estuve de acuerdo al terminar esta película documental, dirigida por la chilena Maite Alberdi, y que está nominada al Oscar 2021. Puedes encontrarla en Netflix.
La premisa es bastante inusual, ya que se escoge a un abuelito entre muchos para infiltrarse en un hogar de ancianos. El objetivo es que él averigüe cómo tratan a la mamá de la clienta que contrató el servicio. Para esto tendrá que adaptarse a nuevas tecnologías (enviar audios por WhatsApp, grabar videos escondido y tales cosas), y por supuesto dar informes diarios de todo lo que ocurre dentro, como todo un agente encubierto.
Al comienzo, uno probablemente cree que va a tratar de los malos tratos hacia los abuelos en las residencias, pero no, no va enfocada a eso, sino más bien a la "soledad", esa soledad de la que nadie está libre, y con la que este señor agente empatizará mucho, haciendo que a su vez empaticemos con él. Porque claro, es una persona con la que es fácil encariñarse en realidad, y también le da un buen toque de humor al docu.
Pero sí, a pesar de tener varios momentos graciosos y entretenidos, también tiene esa otra parte que es más desencantadora, donde la realidad te golpea y ante eso no hay nada que hacer, porque como menciona una de las abuelas: "es cruel esta vida después de todo".
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