Hybrid Child, de la creadora de las conocidas Junjou Romantica y Sekaiichi Hatsukoi (que vi hace millones, y creo que no completas, así que tendré que verlas de nuevo porque de verdad con suerte me acuerdo de los nombres), se adaptó a una OVA de 4 episodios, bastante bonitos, sencillos pero que llegan.
Un "Hybrid Child" es un muñeco que va creciendo según el cariño que le de su amo, y su personalidad igual se va adecuando a él. Básicamente es como un espejo de ti mismo.
En la primera historia, y para conocer lo fuerte que es el vínculo entre un Hybrid Child y su amo, tenemos a Kotaro quien recogió a Hazuki siendo un pequeño ya rechazado unas veces antes, y lo crió hasta que al fin aprendió a hablar. Ellos crecieron juntos y hasta el día de hoy se acompañan mutuamente, aunque Hazuki ha cambiado un poco su actitud con el fin de "cuidar" más a su querido Kotaro. El problema es que a este Hybrid Child se le está acabando su vida útil, por lo que pronto dejará de funcionar. Desesperado, Kotaro busca una solución, yendo con el creador de estos androides pero... No consigue una solución, y nos lloramos todas las lágrimas del cuerpo, hasta que el final nos entrega una sorpresa.
"Todo mi ser le pertenece a Kotaro"
En la segunda historia hubieron algunas cositas que me perturbaron un poco, (porque entiendo que NO es un humano, pero su apariencia de niño de verdad me perturbó un poquito, aunque si lo miramos de otro ángulo, su "inocencia" podría ser incluso graciosa, peeero no, no pude con esa escena al menos). Bueno, en esta ocasión el dueño es un adulto, un tipo muy bueno que carga con errores del pasado, pero su Hybrid Child no logra crecer, y esto le hace pensar que su amo no lo quiere lo suficiente (porque recordemos que crecen por el amor y cuidados de su amo), pero esto está alejado de la realidad, Ichi solo se siente muy culpable por las muertes con las que carga, y es por esto que recibe su castigo. Pero Yuzu le da todo su cariño, quedándose con él y acompañándolo, siendo literalmente "sus ojos", (obvio al final logra crecer y todo bien).
"¡Quiero escuchar tus preocupaciones y servirte de apoyo!"
La última historia, que sería algo así como la "principal", ocupa los dos últimos episodios, y para mi sorpresa, es la historia de origen de los Hybrid Child. Esta si que rompe el corazón. Esta es la historia de Tsukishima y Kuroda, espadachines que aparentemente se llevan muy mal, pero en el fondo, se adoran, pero jamás se lo dicen, y como la vida es injusta... Tienen una batalla, en la cual pierden, y Tsukishima cargará con la culpa de ello, cometiendo suicidio (japoneses en batalla y sus cosas de orgullo). Kuroda se entera, y corre a su rescate, pero lamentablemente bajo estas circunstancias no hay nada que hacer. Lo único bueno, es que al menos se ven, se despiden, y pueden concretar su amor, de una forma muy triste sí, pero... Algo es algo.
Más tarde, Kuroda en una depresión profunda, vuelve a encontrar un muñeco que estaba haciendo, que -sorpresa- obvio construía inspirándose en el rostro de su Tsukishima, y bueno, así es como nace el primer Hybrid Child. Él sin poder superar su trágico amor, ve a su amado en este muñeco, idéntico a él y bueno... Lloremos.
"Las cosas no siempre salen bien".
Una obra corta, pero que da suficiente material para disfrutar y sufrir al mismo tiempo.
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