Si bien en la fila hubieron problemas, ya que el show se atrasó más de 2 horas, creo que cuando el show comenzó todos olvidamos eso. Además, destaco el hecho de que estuve con gente muy querida, y obviamente ese tiempo se hizo más agradable. Gracias por existir. Esto no sería lo mismo sola.
En la espera con mi querida Karla |
Al entrar, nos dimos cuenta que el lugar era muy pequeño, y estaríamos super cerca del escenario. Eso fue acogedor! Apenas entramos, abrió el show la banda Lanz, chilena. La cual me pareció demasiado valiente al subirse al escenario con todos los problemas y lo enojado que estaba el público. Una estrellita para los artistas chilenos.
Y esta será la foto más decente que vean de la noche |
En el momento en que empezó Jupiter, se sintió esa sed de conciertos! El setlist estuvo de lujo. Me agradecí a mi misma por haber escuchado sus canciones antes, para poder disfrutarlas como corresponde. Mi querido Nata estaba tan emocionado que hacía que me emocionara yo. De hecho, en... TOPAZ (maybe?) mi emoción llegó a un nudo en la garganta con ese ambiente tan emito.
Me encantaron cada una de las canciones que tocaron, estos chicos lo dejaron todo en el escenario! Se nota que vinieron simplemente a disfrutar. Se acercaron muchísimo al público, se "dejaron tocar", fueron carismáticos e incluso se "dieron" literalmente al público. Porque si, tanto Zin como Hizaki se tiraron al público! Zin cayó donde yo estaba, tuve que afirmar mi único lente (porque el otro se me había caído y después de entrar en pánico lo guardé), y todos pudimos "tocarlo" jaja. En cuanto a Hizaki, casi muere por tirarse. Literal, casi se lo comen! Fue divertido!
El otro punto a favor de este show fue su gran bajista de apoyo: Shoyo. Justo cuando pensé que solo a mi me había tocado el corazón, me di cuenta que dejó a muchas personas en las mismas. Qué chico! Lástima que no se quedó como miembro oficial de Jupiter.
En resumen, este día fue muy bueno. El concierto terminó tarde, fue agradable, quedamos molidos, le cantamos el cumpleaños a Teru, Zin y Hizaki nos cayeron encima, conocimos a Shoyo, nos emocionamos y cabeceamos. Sí, pasamos rabias con el tiempo, la desorganización y las chekis (pinches chekis), pero siento que todo valió la pena cada segundo! Me encantaron, espero verlos de nuevo. Quedé con ganas de mucho más!
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