Llena de colores y canciones, La la land o Tierra de sueños como la están llamando, es una película que ha recibido críticas de oro por todos lados, y creo que no es para menos, porque es sumamente innovadora.
En esta, Ryan Gosling con Emma Stone son soñadores a quienes el destino une, él es amante del Jazz y ella sueña con ser actriz. Aún viviendo en Hollywood, no es tan fácil cumplir sueños, pero ellos se apoyan el uno al otro y logran que su relación sea un aporte para ambos, hasta que llega ese momento del clímax en que todo se arruina para luego volverse mejor.
Mis observaciones son varias, lo primero que quiero decir es que no soy muy fan de los musicales, siento tan fuera de contexto cuando hay una situación tensa y luego se ponen a cantar y bailar, y quizás por eso al principio me costó un poco caer en la peli, pero después ya te acostumbras. Sin duda, estos bailes y cantos están absolutamente bien hechos, los movimientos de cámara, los colores y la fotografía en general es algo maravilloso, nada que decir en eso, un siete!
La película es una fantasía total, de verdad llegará el momento en que pensarás que no entiendes nada, pero agradezco de corazón que creen cosas como estas, que aunque sean obras extrañas, son una oda al cine.
Lo único que no me gustó, porque no puedo creer que en una película tan linda a la vista exista la cruda realidad, fue el final. Creo que debió ser así y que eso la hizo impredecible, buena, pero simplemente no me gustó, porque si.
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