Homenaje al 40° aniversario de Dragon Ball, y lo último que nos dejó Akira Toriyama. Dragon Ball Daima se sitúa entre el final de DBZ y DB Super. El mundo está en paz hasta que Gokú y compañía son transformados en niños, lo que los obliga a embarcarse en un viaje a través de un mundo desconocido para encontrar la solución a su problema. En el camino, se enfrentarán a nuevos enemigos y desafíos, mientras algunos aliados van convirtiéndose en amigos.
La serie destaca por su enfoque en la nostalgia, tomando un estilo similar al Dragon Ball de antaño. Desde el hecho de convertirlos en niños hasta los constantes guiños al pasado. Es una historia sobre una clara aventura, lo que se veía mucho en la saga original de Dragon Ball. A su vez, mantiene el humor característico de la franquicia, un humor inocente en su mayoría. Gokú sigue siendo... bueno, especial, y eso al menos a mi siempre me hace reír. Es un tontito, pero con sus "Gorolio, Gorio" o como se le ocurra, me saca una risita. Es liviana, muy liviana, no hay un drama para sufrir como había en algunas sagas de Dragon Ball Z.
La animación es impecable y el diseño de los personajes muy bonito, generando una armonía que hace pensar "ah, todo está bien aquí". Las transformaciones que se presentan también son muy satisfactorias, especialmente la del Super Saiyajin 4, ¿a que si? Que lo convirtieran en canon era algo muy esperado. Sin embargo, más allá de la nostalgia, le faltó el "factor innovador", el gancho que te deja enganchado a la trama sin poder esperar al siguiente episodio. Solo sentí un poco más de eso hacia el final de la serie.
Entonces... en términos generales, está muy bien. Diseños y animación impecables, nostalgia y humor ideales, peleas muy bien logradas. Solo falla en innovación y expectación, a excepción del tramo final, especialmente con la transformación del SS4. ¿Vale la pena verla? Si eres fan de Dragon Ball sí, claro que sí. Es una serie corta y no requiere demasiada atención. Una serie de aventuras más, solo que con nostalgia incluida, así que vale la pena darle una oportunidad.
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