lunes, 11 de febrero de 2019

Irozuku Sekai no Ashita kara ☆ Un poco de amor puede llenar el mundo de color

Bonita serie. Comencé a verla y la dejé por temas de tiempo, pero por recomendación seguí viéndola, y si bien considero que al principio aunque me interesaba, no la encontraba tan llamativa, pero a medida va avanzando, simplemente necesitas saber qué va a pasar con esos personajes que te generan tanto cariño, y cómo terminará todo en esta historia con un final inevitable.



[Spoiler]

Este es un mundo donde hay personas que hacen magia, Hitomi es una de ellas, pero por algún motivo odia la magia y tiene un gran problema: no puede ver colores y lleva una vida apagada por la falta de ellos. Repentinamente, su abuela le informa que será enviada al pasado a vivir una maravillosa aventura que solo entenderá una vez que esté allá. 

La llegada de Hitomi al pasado es un poco extraña, porque sin mucha información se mete en malentendidos, pero es ahí donde conoce a los estudiantes que serán sus amigos en el futuro y también conoce a Yuito que es quien le cambia la vida, ¿por qué? porque ella puede ver en colores todo lo que Yuito pinta. 


Los estudiantes que fueron amigables con Hitomi, la invitan a participar en el club de fotografía y arte (más tarde club de magia, fotografía y arte, con la llegada de Kohaku), y así se crea una amistad de las bonitas, y además, ella puede ver más a Yuito y sus dibujos. A  Hitomi le cuesta un mundo adaptarse, pero todos se esfuerzan mucho para hacerla parte del grupo. 

La serie se basará en la vida diaria de estos estudiantes, sus problemas personales, la motivación de Yuito y en el proceso de integración de Hitomi, además de su camino en el uso de la magia. Es muy lindo como las relaciones se forjan poco a poco, sin apresurarse, a pesar de que la estadía de Hitomi será limitada. Es un anime que habla magistralmente de la amistad y las buenas relaciones, utilizando el poder de la magia a modo de embellecedor.


Pero como es inevitable, Hitomi debe volver a su era, de improviso, y sin que ella quiera, así que todo se deve apresurar y es hora de atesorar lo más posible los momentos vividos. En los últimos dos capítulos esto se vive intensamente, entregándonos escenas muy emotivas, sobretodo en la despedida del grupo con Hitomi, y la parte de Yuito, es desgarradora, pero hermosa a la vez.

El final era el esperado, porque no podía ser de otra forma por más que quisiéramos. Aún así, quedé con un vacío interior por no tener idea qué pasa con el futuro de Yuito, porque estoy conforme con todos en el final, pero me gustaría haberle visto a él por última vez. De todos modos, estuvo siempre presente en la vida de Hitomi y eso emociona.


Destacar enormemente el arte de la serie, muy precioso, y esto es normal si hablamos de una serie donde hay pinturas, fotografía y la base de todo son los colores. Muy buen uso de la escala de grises y también esas combinaciones locas de colores llamativos. Bonita banda sonora, opening y ending. Irozuku creó toda una atmósfera que apoyó al 100% cada episodio de esta historia. 

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