Un matrimonio no siempre se acaba por falta de amor, no siempre ambas partes se odiarán y querrán lo peor para el otro, pero en el proceso... muchas cosas pueden pasar. Estaba entusiasmada con esta película, pero me dio más de lo que esperaba. En realidad, esperaba una historia feliz, pero es mucho más intensa que eso.
(Ojo, un poquito de spoiler en este párrafo) / Esta historia comienza contándonos la parte buena, supongo para encariñarnos con el mutuo amor de los personajes, pero de pronto nos damos cuenta que la trama no va de eso, esta pareja tiene problemas irreparables, y a lo largo del filme veremos cómo se desarrolla su divorcio. Ellos destacan por ser la clase de pareja que no terminará en malos términos, pero una serie de cosas que nunca se dijeron cambia las cosas.
Para mí, fue una película un poco pesada, me encantó pero no sé si la volvería a ver, porque siento que el proceso del divorcio está tan bien planteado que es super frustrante, y doloroso. Incluso, la ya conocida escena de la pelea me morí, nunca una discusión de ficción me había provocado tantas cosas, es super desgarradora.
¡Scarlett Johansson y Adam Driver lo hacen tan bien! Los amé y los odié en reiteradas ocasiones, y sin duda su actuación logro convencerme al 100. No me extraña que les hayan tirado muchas flores tanto a su actuación como a la película, es muy buena, y trata el tema desde otro ángulo. Está en Netflix, por si les interesa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario