Después de una lenta y aburrida cuarta parte de Piratas del Caribe, llegó esta quinta película (inesperada para mí) a rescatar lo que se había perdido en la ya gastada saga.
La película comienza con el pequeño hijo de Will, quien promete rescatarlo de la maldición. Como prota tenemos nuevamente a Jack Sparrow, quien se enfrentará a un antiguo enemigo. También se presenta a una chica quien es una especie de relevo de Elizabeth. El destino hace que todos estos personajes importantes se reúnan, y cada uno luchará para un mismo objetivo con motivos diferentes.
No es la mejor película del mundo, pero me gustó, porque cumplió su objetivo de entretener y además cerró un ciclo, mostrando personajes memorables de las primeras entregas, presentando un nuevo elenco para quizás continuar con la saga (dejen de hacer eso!) y finalizó con emotividad, cosa que me llamó bastante la atención.
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