Después de la felicidad máxima con Tronic, aunque mi persona quería estar lo mejor posible, lamentablemente no se pudo, porque pasaron una serie de cosas que hicieron que solo quisiera morir. Para ser exacta: gatitos que nacieron con una enfermedad incurable. Fue difícil, muy difícil, aún así hicimos todo lo posible, pero era inevitable sentir que el mundo es una mierda. Pasaron más cosas en mi vida, quizás cosas chicas, pero sentía que todo se puso en mi contra para que estuviera mal.
Pero como siempre, hay que continuar. "La vida es así" dicen muchos, y en realidad, es lo que es. Debemos fortalecernos con las cosas malas que pasan y crecer gracias a las malas experiencias. Así que después del luto correspondiente, se debe empezar a mirar hacia adelante de nuevo, intentar estar bien y ser agradecido por las cosas bellas que uno tiene en la vida. Hoy me devolvía a Santiago, y pasar tiempo en familia es algo que siempre agradezco. SIEMPRE hay pequeñas cosas que agradecer. Y esta entrada se enfoca en eso más que en ninguna otra cosa, que siempre hay algo, un detalle, algo que quizás no vemos pero está ahí, por lo que vale la pena seguir respirando.
Agradezco todas las cosas que tengo, y también agradezco tener las fuerzas en este momento para poder agradecer. Me hablé a mi misma diciéndome que noviembre será un mes de prueba para mi misma, porque no puedo seguir de la forma en que seguía. Quizás lo esté logrando.
Gracias a la vida, gracias a mis seres amados, gracias experiencias, gracias todo.
Y también gracias a ti por llegar a mi vida, aunque tu vida duró muy poco, fuiste muy amado Chokito. Gracias por enseñarnos tanto.
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