Lo mejor de esta película son los efectos especiales. Sí, esos efectos de la actualidad que a ratos hacen que te importe un comino la historia (sobretodo si no es muy buena) y te quedas pegado mirando "wow, cómo hicieron eso!" y si eres como yo... empiezas realmente a pensártelo jaja (cosas de animadores ultra principiantes).
Yo sentí que esta segunda parte mantuvo harto la esencia de su antecesora, con cosillas más bien predecibles y esa clase de aliens estereotipados y lo característico de las películas gringas en que todo se soluciona mágicamente y el mundo está felizmente a salvo. Pero la diferencia es que en la antigua estaba Will Smith, y él le daba esa particularidad a la película.
No he dicho que a mi gusto sea mala, es divertida, una secuela, dos horitas para sentarse y verla cómodamente. Sí, se puede disfrutar totalmente, solo que no es la gran maravilla del año.
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