Después de días intensos, tristes, muy cansadores, pero llenos de amor y aprendizaje, debo volver a mi casa en Santiago, y aunque estoy super cagá de miedo por mil cosas que se vienen, espero que las cosas vayan bien y estoy muy agradecida por permitirme estar estos días compartiendo junto a mi familia... Gracias por estos días.
El último día dormí con mis más queridos seres: mi hermana, hijo León e hija Nala, más incómoda que la cresta, pero feliz.