Creo que todo ocurre por algo en la vida... y esta alma noble y hermosa me lo demostró. Me hizo humana, y me hizo amarlo en cuestión de segundos. A veces no puedo con la injusticia del mundo pero hay ocasiones como esta en que por más de injusta que sea la vida de un ser, él te muestra su mejor cara solo con un poco de AMOR.
Era una noche increíblemente fría y esperando mi bus para devolverme a Santiago veo a un perrito, no se quiere acercar a mi (él se veía flaquito y con una patita mala) y en realidad ver cosas así me hace pésimo, así que lo pienso un poco antes de decidirme , pero al cabo de un rato decido acercarme yo y darle de un pan que llevaba para el viaje. Él aceptó, y ahí seguimos comiendo los dos. No quiso más, y costó para que se acercara un poquito más, pero lo que ocurrió fue algo... muy emotivo para mi. Le hice cariño en su cabecita, tierno. Y luego comencé a acariciarle la barbilla (así como a los gatos para que ronroneen) y lo que me dio él fue el amor, agradecimiento y ternura más puros que pueden existir y que creo que solo es posible de un alma tan pura y hermosa como ese amigo perrito.
No pude más y mientras lo acariciaba me puse a llorar, inconscientemente las lágrimas salían sin parar de mis ojos, y pude ver como en ese momento ambos nos sentimos acompañados, queridos, aceptados, agradecidos. Fue simplemente una experiencia hermosa. Lo único que pude hacer en su ayuda fue darle la pañoleta que llevaba, se la amarré al cuello y él con dificultad logró recostarse a mi lado hasta que llegara mi bus a Santiago. En esa espera se acercó otro amigo quien me aceptó el trozo de pan que me quedaba y me siguió hasta que me subí a la micro. En cuanto al perrito del alma más bella, nos despedimos como es debido y él simplemente se fue cuando yo me puse de pie.
La vida es enormemente injusta. Porque estando en otra región a 500 km es imposible llevar a un perro, es algo fuera de mi presupuesto, expectativas, todo. Y eso duele. Pero pude ver en su carita ese agradecimiento. Y no puedo creer que el cariño sea algo tan poderoso. De verdad fue una experiencia dolorosa, pero bella y fortalecedora.
Espero con todo mi corazón volver a verlo. Esta vez iré preparada, querido amigo.
